Zaragocista converso

Espero que este escrito no acabe con mi carrera de columnista, lo que voy a confesar en este momento no se lo he contado a nadie hasta ahora, pero quiero que me vayáis conociendo poco a poco.

Lo reconozco, soy un “zaragocista converso”, yo creo que nací zaragocista, pero me costó algunos años darme cuenta de ello.
Yo suelo decir que soy zaragocista desde que mis padres eran novios, pero en realidad, como pasa con otras “religiones”, no todos tenemos la suerte de ser criados en esa “fe”, y tardamos años en darnos cuenta de cuál es la verdadera.

Yo nací en Aragón, hijo de aragonesa y de navarro.

Pronto con solo 4 años vine a vivir a “Territorio Comanche”, mi padre era madridista y osasunista a partes iguales, porque además en aquella época el Osasuna estaba jugando en divisiones inferiores. Yo lo he visto, aunque no lo recuerdo, jugar en 3ª contra la U.D. Barbastro en el municipal.
Con mi padre he ido muchas veces al Sadar, yo tenía una camiseta con el 8 a la espalda. Creía que “Rojillo” era el mejor del Osasuna, porque todos gritaban; ¡Vamos rojillo! ¡Bien rojillo! .

También me gustaba el Real Madrid, también tenía, esta con escudo, la camiseta de Miguel Ángel, gran portero madridista y de la selección, de los años 70…

Pero pasaron los años y por cosas de la vida, con los años de la pre-adolescencia volví a mi pueblo, allí , rodeado de gente de todas las “religiones” , vi la luz, empecé a aficionarme por el Real Zaragoza, descubrí un equipo que iba a ser mi “faro futbolístico” hasta nuestros días , pasó algún año, tenía un compañero de clase que se sabía de memoria la alineación de aquellos años : Irazusta, Casuco, Camus, Morgado, Oñaederra, Señor, Amorrortu, Pichi Alonso , Amarilla y Valdano.
Ese compañero de clase, Raúl para más señas, me “educó “en el zaragocismo, hizo que saliera mi “zaragocismo” escondido durante años.

Recuerdo que me guardaba parte de la paga, para los lunes comprar el diario Equipo. Leía con avidez todo lo relacionado con el Real Zaragoza, oía los partidos solo pensando en el Real Zaragoza, y poco a poco me convertí en lo que soy, en un zaragocista converso, pero el más converso de los zaragocistas.

Aún tengo el recuerdo de el debut de Eugenio Vitaller , gran portero aragonés, no me digáis ni cuando fue , ni contra qué equipo, solo recuerdo el titular del Equipo : "Ganamos por uno a cero y Vitaller de portero" , sí ya sé que no es poesía, ni una frase para escribir en mármol, pero se me quedó grabada.

Luego al regreso, con 17 años, a “Territorio Comanche” , mi equipo era el Real Zaragoza y siempre que venía al Sadar allí estaba yo en las gradas , expectante. Cada vez más zaragocista, tal vez un poco llevado por mi espíritu de contradicción.

Allí viví todas y cada una de las derrotas, muchas de ellas por un solo gol, calladico en mi sitio sin decir nada, rodeado, como no podía ser de otra manera de gente apoyando a SU equipo.

Durante muchos años la visita del Real Zaragoza era algo bonito, hasta de amigos, hasta que la maldita política se metió por el medio, hasta cuando ponemos el “política” tras la bonita palabra “madre” se convierte en “suegra”, con eso a está dicho todo.

Y eso que yo tengo una de las mejores suegras del mundo. De hecho esa es la razón por la que mi progenitor socio de Osasuna durante décadas dejó de serlo.

Y aquí sigo, rezumando zaragocismo por todos mis poros, sufriendo y disfrutando a partes “desiguales”, con nuestro Real Zaragoza, hasta nuestros días, y espero que por muchos años.
Y esa es parte de mi historia de zaragocista converso, desde aquí, “Desde Territorio Comanche”.