lunes, 12 de marzo de 2012

El Estado del Zaragocismo (y I)


Una vez que el descenso es casi un hecho creo que es el momento de hacer una constructiva autocrítica en todos los niveles del Zaragocismo militante puesto que tras cerca de 80 años de historia del Real Zaragoza tras la fusión del Iberia S.C. y Zaragoza C.D. en los que la inmediatez de los resultados no permite vislumbrar la realidad de manera objetiva. Supongo que todo lector entiende que una crítica no tiene el significado peyorativo que representa en el coloquialismo de esta cuando en realidad en el castellano supone que pueda tener aspectos positivos y negativos.  En mi anterior artículo anticipaba que iba a realizar un monográfico del Estado del Zaragocismo desde el respeto más absoluto y en base a mi particular y humilde punto de vista por lo que ahora sí, aquí comienza.
Real Zaragoza, pasión de toda una afición

ACTUALMENTE nos encontramos ante un Club en la ruina económica, con escaso valor deportivo y apenas simpatía social que se traduce en una desconocida situación difícil de asimilar en un equipo maño que servía de ejemplo en las tres materias citadas y más importantes de un club deportivo. Por el contrario, ahora mientras se ha deshecho de casi todas sus posesiones materiales como la pastilla donde se encuentran las oficinas mientras que la plantilla del primer equipo se está viendo devaluada progresivamente a año a año mientras entran y salen jugadores a causa de malas decisiones deportivas dentro de la coyuntura económica en la que se encuentra el Real Zaragoza realizadas por las personas escogidas por el máximo accionista y él mismo.

ESTRUCTURA DEPORTIVA
Desde la llegada de Agapito Iglesias no se ha realizado un plan adecuado (si es que alguna vez lo ha habido) de revalorización de la cantera e inversión en futbolistas en propiedad que mejorasen lo existente. En la Ciudad Deportiva se han ido cesando de forma poco elegante a profesionales  para dar cabida a a entrenadores poco cualificados y así poder dar entrada a jugadores apadrinados. No se ha promovido la formación de un grupo de futbolistas arrraigados en la ciudad y que echasen raíces en esta que tirasen del carro en integrasen a los nuevos en la primera plantilla. Poca tacto con los veteranos, calendarios de pagos y primas por objetivos incumplidos con frecuencia hacen el resto.
Ahora, el Real Zaragoza, se encuentra con un equipo sin personalidad propia y/o poco reconocible entre la afición dado que en torno a 10 y 15 jugadores se mueven entre entradas y salidas estivales. Siquiera un patrón de juego es posible dado que durante el Agapitismo (cerca de cumplir su sexto año) han sido 8 los entrenadores con metodología, experiencia y personalidad tan dispares como Víctor Fernández, Marcelino García Toral, Ander Garitano o Manolo Jiménez.

MUCHOS DE ESTOS ERRORES graves de estructura deportiva comienzan con la llegada del actual máximo accionista pero otros vienen heredados y no erradicados a tiempo de la década de Solans hijo como propietario de un club que gestionó como si de otra sociedad más de su paquete de solventes empresas más se tratase con éxitos y fracasos personificados en él mismo y cuya etapa acabó con algunos altibajos propios del fin de un ciclo.
Infeliz de mí que hablo de ciclos como si en estas etapas de algún modo pudiese intervenir como un aficionado más como sí sucedía varios lustros atrás con los Clubes Deportivos, el principio de muchos de los males del fútbol vienen de la aplicación inadecuada de que los clubes pudiesen ser una propiedad y por tanto la posibilidad de haber un administrador único de las actuales Sociedad Anónimas Deportivas y en nuestro caso, que es el que nos compete, el Real Zaragoza además fue el primero y ejemplo para los demás en un rápido, y analizable a todos los niveles, cambio entre Zalba y Solans padre, zaragocista de los que ya no quedan que a los pocos meses y tras pocos meses al fallecer dejó a su hijo, el citado Alfonso Solans Solans quien tras coger en herencia la propiedad pasados justo 10 años y con la complicidad de la clase política aragonesa pasó su paquete de acciones al contratista, constructor y promotor de obra pública de cabecera del Gobierno de Aragón mientras la afición observaba curiosa y con interés los movimientos en el entorno zaragocista.

EL AGAPITISMO está siendo una era que puede ser considerada ya como la más negra de la historia de un Real Zaragoza que ha vuelto la espalda a sus seguidores y del que en desacuerdo con el Presidente hace años que marchó el Consejo en pleno plagado de pequeños empresarios, intelectuales, economistas y abogados con un nexo común: su zaragocismo. Sin embargo todavía quedan algunos empleados de mayor y menor rango dentro del club.
En estos momentos la Sociedad se encuentra saliendo del mayor Concurso de Acreedores de la historia del fútbol español con una deuda reconocida de 145 millones de euros.



En la 2ª parte hablaremos de medios de comunicación, zaragocismo militante y las redes sociales.

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